El Sáhara Occidental: La Herencia Inconclusa de España y el Conflicto Eterno
Por: El equipo de Remal Políticas (Política Internacional)
El Sáhara Occidental representa uno de los últimos y más complejos capítulos de la descolonización en África. Es un conflicto que lleva enfrentando a Marruecos y al Frente Polisario por más de cinco décadas y, en su núcleo, reside la ineludible y prolongada responsabilidad histórica de **España**.
🇪🇸 1. El Legado Colonial y el Dictamen Definitivo de la CIJ (1884-1975)
La presencia española en el territorio, conocido durante casi un siglo como Sáhara Español, fue caracterizada por una administración que lo consideró una provincia de ultramar. Sin embargo, esta visión administrativa interna nunca alteró su clasificación internacional como un **Territorio No Autónomo** sujeto a la Resolución 1514 (XV) de la ONU sobre la concesión de la independencia a los países y pueblos coloniales.
El punto de inflexión legal se produjo en 1975, cuando la dictadura de Franco, bajo presión internacional y con el surgimiento del movimiento armado del **Frente Polisario** (fundado en 1973), solicitó un dictamen a la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya. El resultado de este dictamen, emitido el 16 de octubre de 1975, es la pieza central de la argumentación legal saharaui:
"La Corte concluyó que los elementos y hechos aportados a su conocimiento no establecen la existencia de ningún vínculo de soberanía territorial entre el Sáhara Occidental y el Reino de Marruecos o el complejo mauritano... [Por lo tanto] no hay nada que pueda afectar la aplicación del principio de la **autodeterminación** mediante la expresión libre y auténtica de la voluntad de las poblaciones del territorio." — Extracto del Dictamen Consultivo de la CIJ, 1975.
La sentencia fue un doble filo: aunque reconoció la existencia de vínculos de lealtad histórica con el sultán marroquí, denegó rotundamente el derecho a la soberanía, reafirmando que solo un referéndum podía decidir el destino del Sáhara. España tenía el mandato claro de la ONU de celebrar dicho referéndum.
Mapa del Sáhara Occidental resaltando la línea del Muro de la Vergüenza.]
⚔️ 2. Los Acuerdos de Madrid: La Huida de la Responsabilidad (1975)
La respuesta de Marruecos al dictamen, en lugar de ser diplomática, fue la organización de la **Marcha Verde** en noviembre de 1975. Aprovechando el vacío de poder dejado por la agonía del General Franco, el gobierno español de la época capituló ante la presión. El 14 de noviembre se firmaron los **Acuerdos Tripartitos de Madrid** con Marruecos y Mauritania, un documento que la ONU nunca reconoció como válido para la transferencia de soberanía.
La Posición Inamovible de la ONU
Para la legislación internacional, y en particular para el Comité de Descolonización de la ONU, España sigue siendo, hasta el día de hoy, la **Potencia Administradora** del territorio, aunque no ejerza la potestad de facto. Esta figura legal subraya la responsabilidad histórica española de facilitar el referéndum, una obligación que Madrid ha tratado de eludir repetidamente.
Esta retirada abrupta no solo incumplió el mandato de la CIJ, sino que también condenó al pueblo saharaui al exilio y a una guerra de 16 años (1975-1991), enfrentando al Polisario, respaldado por Argelia, contra las fuerzas marroquíes, que construyeron el extenso **Muro de Defensa (Muro de la Vergüenza)** para asegurar su control sobre la mayor parte del territorio y sus ricos recursos naturales.
🤝 3. El Laberinto Diplomático y la Frustración de los Enviados
Con el alto el fuego de 1991, la **Misión de las Naciones Unidas para el Referéndum del Sáhara Occidental (MINURSO)** se desplegó con el objetivo específico de organizar la consulta popular. Sin embargo, el plan de paz se ha mantenido en un estado de parálisis crónica debido, principalmente, a la disputa sobre la identificación de los votantes, un conflicto de criterios que Marruecos utilizó para frustrar el proceso.
Figuras clave como el enviado personal **James Baker III** (1997-2004) dedicaron años a buscar una solución, pero se toपaron con el muro del desacuerdo. El fracaso de sus esfuerzos se resume en una frase que describe la esencia del conflicto:
"Las partes no pudieron ponerse de acuerdo sobre quién tiene derecho a votar. Si no se puede acordar quién vota, es imposible celebrar un referéndum. La única solución es la negociación de un acuerdo político que implique un **compromiso**." — James Baker III, ex Enviado de la ONU.
Hoy, el proceso se encuentra bajo la mediación de **Staffan de Mistura**, quien se enfrenta al mismo dilema: impulsar negociaciones sin condiciones previas que busquen un **"acuerdo político justo, duradero y mutuamente aceptable"**, tal como insiste el Consejo de Seguridad de la ONU en sus resoluciones anuales.
campamento de refugiados saharauis en Tinduf, Argelia.]
⚖️ 4. El TJUE: Recursos Naturales y Estatus Legal Distinto
La cuestión de la legalidad de la explotación de los recursos del Sáhara Occidental ha sido el campo de batalla legal más activo en la última década, principalmente en Europa. Los fallos del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) han sido categóricos en la distinción legal del territorio:
"Dado que el territorio del Sáhara Occidental **no forma parte del territorio del Reino de Marruecos** según el derecho internacional, los acuerdos celebrados entre la UE y Marruecos solo pueden aplicarse al Sáhara Occidental si se ha obtenido el **consentimiento del pueblo saharaui** a través de su representante legítimo." — Sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE), 2021.
Esta jurisprudencia establece que Marruecos no tiene soberanía legal sobre el territorio y subraya que cualquier beneficio económico debe contar con la aquiescencia del pueblo saharaui, un principio que el Polisario utiliza para impugnar todos los acuerdos de pesca y agricultura que incluyen las costas y productos saharauis.
[Lugar para la Imagen 3: Ilustración de un barco de pesca o una mina de fosfato en el contexto saharaui.]
🔄 5. El Cambio de Rumbo de España en 2022: Un Impacto Geopolítico
La posición de España fue tradicionalmente de estricta neutralidad, alineándose formalmente con la postura de la ONU a favor del referéndum. Sin embargo, en marzo de 2022, el gobierno de Pedro Sánchez dio un **giro radical** a la política exterior española, reconociendo la propuesta marroquí de **autonomía** para el Sáhara Occidental como **"la base más seria, creíble y realista"** para resolver el conflicto.
Este cambio, motivado por la necesidad de estabilizar las relaciones con Rabat, especialmente en materia de control migratorio y cooperación antiterrorista, tuvo repercusiones inmediatas:
- **Ruptura con Argelia:** Argelia, principal proveedor de gas de España y principal aliado del Polisario, retiró a su embajador y suspendió un tratado de amistad, escalando la tensión diplomática en el Magreb.
- **Críticas del Polisario:** El Frente Polisario condenó la medida, acusando a España de **"abandonar su responsabilidad histórica"** como potencia administradora y de incumplir la legalidad internacional.
- **Consolidación del Eje Autonomista:** La posición de España se alineó con la de EE. UU. (reconocimiento de 2020), Francia e Israel, fortaleciendo el bloque que apoya el plan marroquí en detrimento de la tesis del referéndum.
Pedro Sánchez o Mohamed VI en el contexto del anuncio de 2022.]
🌍 6. El Rol de las Organizaciones Regionales y el Futuro Incierto
Mientras la ONU busca el compromiso, las organizaciones regionales mantienen posturas contrapuestas. El **Consejo de Seguridad** de la ONU reitera anualmente que el proceso debe ser realista y mutuamente aceptable, manteniendo el foco en el plan de autonomía marroquí como base seria.
Por otro lado, la **Unión Africana (UA)**, que reconoce a la República Árabe Saharaui Democrática (RASD) como estado miembro de pleno derecho (desde 1984), mantiene una visión más alineada con la tesis de la descolonización y la integridad territorial de sus miembros. La dualidad entre el pragmatismo de la ONU و la legitimidad histórica de la UA crea una brecha en la diplomacia global.
El conflicto del Sáhara Occidental es, en esencia, un desafío al derecho internacional y una prueba de la voluntad política de las potencias mundiales. El futuro no está en el referéndum que la CIJ y la ONU defendieron, sino en un **compromiso político** que, hasta ahora، solo ha generado inestabilidad y división. España, con su giro, ha optado por el pragmatismo geopolítico, pero su deuda histórica con el pueblo saharaui sigue vigente y exige una resolución definitiva.
Bandera del Frente Polisario و bandera de Marruecos entrelazadas o en contraste.]